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extranjero. El joven movimiento sindicalista en Francia se
desarrollo con una rapidez pasmosa, y muchos anarquistas
activos empearon toda su energa en el nuevo
movimiento, participando en sus innumerables luchas. La
razón de ser de un movimiento de masas se levanto
poderosamente despus de un adormecimiento tan largo
durante el tiempo de las leyes de excepción. La grandiosa
idea de Huelga General comenzó a abarcar a la
muchedumbre de los pases latinos y, bajo la directa
influencia de grandes luchas obreras las que, durante los
primeros aos del presente siglo, conmovieron Espaa,
Francia, Italia, la Suiza francesa, Holanda, Hungra y otros
pases, tambin entró el movimiento anarquista en una
nueva fase de su evolución, que volvió a acercarlo a sus
precursores.
En enero de 1904 empezó a aparecer en Berln Der Freie
Arbeiter (El Obrero libre), cuyos editores se colocaron
enteramente en el terreno del movimiento revolucionario de
las masas, predicaba la huelga general y la acción directa.
Un intento firme, en ese sentido, ya fue hecho con
anterioridad por Rodolfo Lange y otros camaradas, los que
con tal motivo sacaron el Anarchist. Pero, en el momento
de colocarse en el terreno del movimiento revolucionario de
las masas, el punto Organización volvió al tapete y, en
efecto, fue Lange uno de los decididos partidarios de la
organización anarquista en gran escala concitando muchas
veces la contrariedad de una gran parte de los camaradas
alemanes, con su defensa resuelta de este pensamiento.
Cuando la Conferencia de Mannheim, de la Federación
Anarquista Alemana (1907), elaboró y aprobó lneas de
conducta en ese sentido, como era de esperar provocó
innumerables protestas, protesta donde la frase La
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autonoma absoluta del individuo autócrata jugó un rol
prominente.
Acontecimientos iguales ocurrieron tambin, en una ms o
menos idntica forma, casi en todas partes, es decir, se
trataba de asuntos que deban hacer en todas partes, el
mismo efecto. El conocido anarquista holands Christian
Cornelissen, relató bien detalladamente ese estado en su
interesante estudio sobre La Evolución del Anarquismo
donde emite su opinión de la siguiente manera:
En diversos pases modernos el anarquismo recin se hizo
camino prctico como oposición a la centralización y
disciplina de la social-democracia. Pero dicha oposición,
como ocurre generalmente en movimientos opositores, se
fue bien pronto al otro extremo. Junto a la influencia de los
elementos libertarios y artsticos contribuyó mucho a
prestar cierto apoyo al individualismo como teora
y hasta introducir en todas partes la desorganización en el
movimiento. Sobre todo a principios del noveno decenio del
siglo pasado, durante la poca en que la llamada acción
individual incitó diversos atentados con bombas, la crtica
individualista de all as como tambin de Italia, Alemania,
Holanda, Bohemia, etc., atacaba primero a la forma de
organización y ms tarde a la organización
misma. En los sindicatos apareció el espritu individualista
de desorganización y en muchas sociedades de reciente
fundación, se puso como cuestión preliminar en la orden
del da, que estatutos y presidentes llevan en s el germen
de un nuevo dominio. No contentos con criticar el abuso de
la organización y el empleo de todos los medios para evitar
que los miembros directores de los sindicatos poseyeran
demasiado poder en sus manos, pues son sencillamente
los mandatarios de los asociados, empezaron luego los
individualistas a combatir a la misma organización,
soando ver siempre nuevos tiranos hasta all donde se
trataba tan sólo de regular los asuntos sindicales ms
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simples. Tambin en estos casos fueron erróneamente
empleadas palabras como tiranización de la minora por la
mayora y represión de la libertad individual. Pero, la crtica
individualista, no notó aqu el peligro de que cuando en una
organización obrera no existe una reglamentación se hace
valer con ms facilidad la autoridad personal y hasta la
dictadura de individuos de acción, igual que en la vieja
sociedad combatida. Ms an que en los sindicatos halló
resonancia el individualismo en el periodo transitorio de que
hablamos aqu, en los grupos y en los centros de estudio y
de agitación los que se colocaron directamente frente a las
sociedades de los social-demócratas. Recin, no hace
mucho en diversos pases se discutieron problemas como
los siguientes: Si no es un repudio contra la libertad del
individuo el votar y concebir resoluciones en grupos
revolucionarios? Si es permitido apelar a los miembros de
tales grupos, para que abonen con regularidad sus
contribuciones a la caja del grupo? Si se est autorizado
para nombrar un presidente de mesa en los grupos para
que anote a los que pidan la palabra o un secretario y
especialmente un tesorero, pues son todos responsables
ante los miembros y esto establece una nueva dominación
como ocurre en los social-demócratas? Adems, relativo a
responsabilidad, el individuo soberano es deudor ante s
mismo de la responsabilidad. Que no se vaya a creer que
es exagerado. Todava, en el Congreso Internacional
revolucionario de Londres en 1896, entre los presentes se
hallaba un stirneriano empedernido que protestaba cada
vez que haba que aprobar alguna resolución: Qu, una
resolución? jNo quiero resoluciones! jNo vine para pactar
con otros! jYo quiero ser YO MISMO! Pero entonces la
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